Compartir información y conocimiento: ¿mitos y leyendas o falta de estructura para un tema muy complejo?

Siento que es un momento importante para hacernos esta pregunta: ¿Por que será que en las instituciones no se produce el “masivo” intercambio de información y conocimientos que se produce en el ámbito social? Sea virtual o presencial.

Hay mucho pensamiento, debate y reflexión alrededor de este tema pero pocas soluciones exitosas, y todos conocemos y repetimos, ya casi sin pensarlo, aquella expresión popular que dice que “Información es poder”, sin embargo, pensadores mas modernos y conectados a la Sociedad de la Información sostienen que “Poder es: tener conocimiento acerca de la Información disponible”. Y yo humildemente creo que podría pensarse hoy que “Poder es: tener dominio de los conceptos y herramientas tecnológicas que nos permiten informarnos y aprender en red, para tomar mejores decisiones, personales y profesionales”.

Otros como Kofi Annan, Ex-Secretario General de las Naciones Unidas, dijeron que “El conocimiento es poder” y lo reflejó en una famosa frase que dice “Knowledge is power. Information is liberating. Education is the premise of progress, in every society, in every family.” Sin embargo, también es importante reflexionar sobre lo que dijo Albert Einstein, una de las mentes mas brillantes de la humanidad, de que “Imagination is more important than knowledge”.

En lo personal, siento cada vez más que compartir información y conocimientos está muy relacionado con el Ego de las personas, que en nuestra vida social se manifiesta positivamente, con un gran deseo de “ser “leídos”, “like-ados”, “compartidos” o “Citados”, entre otros. Esta ecuación es la que me gusta llamar, metafóricamente hablando, de “Ego-laridad” y que defino como “Una mezcla de ego e intercambio de información y conocimientos con sabor a solidaridad”.

Lamentablemente, en la vida profesional nuestro Ego no siempre se manifiesta de esa forma, ya que existen barreras naturales del comportamiento humano cuando se desarrolla en ámbitos laborales o competitivos. Es allí donde aparecen actitudes importantes que todos, en mayor o menor medida tenemos, como son los miedos o inseguridades asociadas a “competencias”, “rumores”, “deseos de agradar” o “miedo al ridículo”, “celos profesionales”, “luchas por espacios”, entre otros.

Ahora bien, ¿existe solución?. No tengo la menor duda y creo que estamos muy cerca de encontrarla ya que la mayoría de las instituciones son conscientes de la riqueza de esto. Estoy convencido de que compartir información y conocimiento será, cada vez más, un comportamiento natural e inherente de las nuevas generaciones, y creo que debemos abrir espacios de diálogos con ellos lo antes posible sobre este tema en particular. No dudo que de ahí aparecerán soluciones aun probablemente no pensadas en el ámbito de la gestión del conocimiento.

Para terminar, la reflexión que humildemente quiero dejar aquí es simple y es que estoy convencido de que “compartir información y conocimientos debe ser considerado como pieza fundamental del el desarrollo humano y componente esencial de las instituciones que se desarrollan activamente en la Sociedad de la Información”.

¿Existe un texto si no hay nadie que vaya a leerlo jamás? Si no nos “leen” es como si nuestros textos no hayan sido escritos o publicados jamás. Y si no, díganme su opinión sobre esta hermosa metáfora, que me encanta y dice: “La paradoja del árbol que cae – ¿Hace ruido el árbol que cae cuando no hay nadie para escucharlo? Algunos sostuvieron la opinión de Kant, que dice que la idea de “mundo objetivo” debía ser matizada por la idea de “mundo según el observador”. Esto significaría que lo que vemos allá afuera es nuestra versión del mundo; si no estamos para escucharlo, el árbol que cae no hace ruido. No hay ruido sin oreja.”

Muchas gracias.